Dm Am
Hay cerca del Damm
Dm Am
cuatro putas que bailan un vals
Dm
detrás del cristal,
Am
y se puede sentir
Dm Am
el sudor fuerte desde Berlín.
A# Am
Tú allí, en soledad,
A# Am
una lluvia muy fina golpea tu cara,
A# Am
resbala en tu piel y a la vez
A# A
se ilumina un cartel ofreciéndote
Dm Am
libertad y sordidez,
Dm Am
todo a un precio que un hombre moderno
Dm Am
ha de ser capaz de pagar
Dm Am
una vez que la noche echa a andar.
A# Am
¿No lo ves? Tu carne es más pálida.
A# Am
¿No lo ves? Tu alma es más gris.
A# Am
Si no pierdes al fin la razón
A# Am
sabrás que no hay más que una solución:
Dm
¡Cas...tra...ción!
D# Dm A#
Y todas las cosas que hice mal
D# Dm
se vuelven hoy a conjurar contra mí.
A# Dm
¿Cómo habré llegado a esto ...
A#
No lo sé,
Dm
... tan lúcido y siniestro?
A# Am
pero sé que no lo sé.
Y un hombre de traje me invita a pasar.
Dm
¡Gang-bang!
Y Ves desde tu hotel
aguas quietas igual que papel de plata,
y el viento arrastra el olor
de la pérfida enana marrón.
Mira que tú fuiste el rey,
con tu cetro en la mano
y los ojos clavados en gente
que sabes que no, no llegarás a conocer
ni aunque vivas mil años
y el cielo se postre a tus pies,
pero su mirada no se despega de tu pantalón.
Y echas a andar por la ciudad
y atraviesas un nuevo canal.
Huyes del rojo y azul del neón,
vas en busca de algo que huela distinto al amor.
Y si viviera una vez más,
¿me volvería a equivocar otra vez?
Sí, no te quepa duda, no,
hasta la locura
y hasta el dolor.
Y un hombre de traje me invita a pasar.
¡Gang-bang!