INTRO: C-G-D-C
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Santa Marta era una villa
de malvón y rosaleda,
laureles en la vereda
A
y plaza con catedral.
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La gente se saludaba
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y había noches de retreta
C
con muchachos en la vuelta
A D
y banda municipal.
C
Las ventanas no tenían reja
y nadie pasaba cerrojo a la puerta
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y en los mediodías la ciudad desierta
invitaba a largas tertulias y siestas.
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No había velorio, casamiento o yerra
que no fuera duelo nacional o fiesta
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en aquel lugar.
C
Santa Marta tenía domingos
de asados y vino, de ruedas de amigos
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en noches de truco guitarreada y canto.
En tardes de invierno fritando y mateando.
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La gente tenía más tiempo y podía
compartir las cosas simples de la vida
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de aquella ciudad.
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El progreso poco a poco
fue cambiando a Santa Marta:
la televisión por cable
A
y el acceso a la Interné.
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La gente se fue olvidando
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de sus cosas cotidianas
C
ahora habla en otro idioma
A D
y vive en otro lugar.
C
Santa Marta juega al primer mundo
gracias a los shoppings y a las hamburguesas
G
la comida rápida, la moda inglesa,
se festeja Halloween ¡vaya sorpresa!
D
pero nadie sale sin cerrar la puerta
sálvese quien pueda se acabó la fiesta,
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la siesta y la paz.
C
Santa Marta ahora está inundada
de música diet, de tiendas extrañas
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y en quintas y campos nadie planta nada
todo viene hecho y hay papa importada.
D
Se persiguen cosas que a nadie interesa
pero todo el pueblo pierde la cabeza
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si hay liquidación.
INTER: C-G-D-C
G
Santa Marta está informada
de la cumbre de Ginebra
si la reina estuvo enferma
A
o Palermo erró un penal.
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Todo el mundo vive al tanto
G
de un millón de cosas nuevas
C
pero ya nadie se entera
A D
lo que pasa en su ciudad.
C
Y aunque es malo mantenerse aislado
cuando todo el mundo está tan conectado
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si el diablo gobierna hay que tener cuidado
la cultura nunca puede estar de lado
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no todo está en venta, no todo es mercado
árbol sin raíces no aguanta parado
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ningún temporal.
(bis)