E
Que pena las horas perdidas,
G#
que dimos desvantaja,
las copas vacias,
C#m
mentiras sin barajas,
F#
que tus cosas que las mias,
B
y al fin llevarnos nada.
E
Que pena los vasos en vano,
G#
dejandonos de lados los bares abiertos,
C#m
que no nos acordamos,
F# B
los mapas alambrados.
A
Pero que pena las azucenas en la ventana,
E
que pena todo que pena nada,
que pena el oro que no brillaba,
B
lo que queriamos ser de grande,
A
lo que volvimos enloquecidos,
E
tan negociables.
E
Que pena las noches aquellas,
G#
mirando las estrellas,
siguiendo las huellas,
C#m
de una riqueza absurda,
F# B
que pena no haber nunca perdido la cabeza,
E
Que pena los dias gastados,
G#
a cuenta del futuro,
C#m
tomandonos puro el vino rebajado,
F# B
Que pena haber fallado estando tan seguros.
A
Pero que pena las azucenas en la ventana,
E
que pena todo que pena nada,
que pena el oro que no brillaba,
B
lo que queriamos ser de grande,
A
lo que volvimos enloquecidos,
E
tan negociables.
E
Que pena los cinco minutos,
G#
que nunca nos tomamos,
C#m
hoteles de paso por los que nos pasamos,
F# B
que pena tanta cama y llegar siempre cansados.
E
Que pena los sueños corrientes,
G#
que nunca nos cantamos los viajes separados,
C#m
las flores en septiembre,
F# B
que pena haber estado tan pendiente de lo urgente.
A
Pero que pena las azucenas en la ventana,
E
que pelotudo que pena nada,
que pena el oro que no brillaba,
B
lo que queriamos ser de grande,
A
lo que volvimos enloquecidos,
E
tan negociables.
A
Pero que pena las azucenas en la ventana,
E
que pena todo que pena nada,
que pena el oro que no brillaba,
B
lo que queriamos ser de grande,
A
lo que volvimos enloquecidos,
E
tan negociables.