Gallegos Involuntario por Zambayonny, tablaturas e acordes no PlayUkuleleNET

Gallegos Involuntario

Biografia:

Diego Perdomo, usualmente conocido como Zambayonny, nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1973, pero vivió la mayor parte de su vida en Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires.
Comenzó su carrera artística en el año 2006, subiendo su material a Internet, después de años de grabando álbumes musicales y escribiendo cuentos en forma independiente en su casa, logrando inmediatamente una fuerte repercusión en el público.
En el año 2010

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Quatro anos de trabalho duro!

Neste mês de maio fizemos quatro anos no ar. Continuamos trabalhando na divulgação deste maravilhoso instrumento, obrigado por participar da nossa história!

C G C
Hola, te llamo de nuevo, y otra vez no me atendiste
E Am
Ya no sé cómo tomarlo, lo digo fuera de chiste
F C
Últimamente me llevo, mejor con tu grabadora,
G C
Si coge bien, me la encaro... Es solamente una broma

Ayer estaba volviendo, tranquilamente en el micro,
Me subí a las apuradas, por comprarte un regalito;
Tenés que ver los peluches... acá lo caros que están
Se quieren salvar conmigo, que vallan a laburar.

Esta vez saqué pasaje, en la fila individual,
Pero al lado del baño, con un olor infernal.
Durante toda la noche la gente vino a hacer pis,
Y el sonido de la puerta, no me dejaba dormir.

Yo me subí en remerita, porque hacían 30 grados,
Pero pusieron el aire y se les fue un poco, la mano,
Le pedí a otro pasajero, que fuera a pedir que lo suban;
Porque el frío es cosa seria cuando uno viaja en bermudas.

Ya tintineaban mis dientes, y nadie se levantaba
Conocían la cosa, y se trajeron frazadas.
Entonces, fui sin pensarlo, a hablar con los que manejan,
Pero doblamos de golpe, y me partí la cabezsa.

Con las manos ocupadas, es imposible agarrarse,
En la izquierda la linterna, y en la derecha el pasaje,
Al fin llegué a la cabina, pero todo magullado,
Los choferes supusieron que me cagaron a palos.

A los 14 minutos hacía un calor de morirse,
Me puteaban por lo bajo, pero alcanzaban a oirse.
Un bebé lloraba mucho, mientras un tipo roncaba,
Paramos en la banquina, por una rueda pinchada.

Al fin logré dormirme, y desperté confundido,
El paisaje es diferente, no se parece a Retiro.
Bajaron los pasajeros, contra un cartel implacable:
"Bienvenido a Río Gallegos", la reputísima madre.

Quise bajar a quejarme, pero había un inconveniente,
Me escondieron una ojota, éstos bromistas de siempre.
No encontré la billetera, el documento tampoco,
"Decile al puto que baje", le gritó un chofer al otro.

Por eso te estoy llamando, desde esta ciudad lejana,
Si pasás por Rio Gallegos, traeme un gorro de lana,
Estoy pidiendo monedas, para poder comer algo,
Pero el mundo está en su mundo, y es muy difícil cambiarlo.