Barcelona empezaba a sufrir el verano en 1994. Aunque tendría que pasar un año en consolidarse, Elefantes plantó su semilla por aquél entonces.
Jordi estaba tocando la batería con un grupo que se disolvió a los pocos días de la llamada de Shuarma. Fue tal dicha disolución, que hasta abandonaron el local de ensayo con su equipo de sonido dentro. Perfecto. Solo faltaba encontrar guitarrista, bajista y un nombre.
La primera oferta fue para Hugo, antiguo compañero de grupo de Jordi.
Quatro anos de trabalho duro!Neste mês de maio fizemos quatro anos no ar. Continuamos trabalhando na divulgação deste maravilhoso instrumento, obrigado por participar da nossa história!