Em D
La tierra madre pinta el alma
C G
de suave color,
Am Em
y con los años va dejando
B7 Em
paisajes de amor.
Esa es la infancia, tierra agreste
ardida de sol,
pero su huella es el acento
que hoy tiene mi voz.
En ella crecen los mistoles,
aroma y sabor;
en ella cantan los coyuyos
como canto yo.
Soy santiagueño quemadito
por ese calor
que quema el alma de nostalgia
si lejos me voy.
En ella silban los crespines
su llanto y dolor,
en ella sueñan los changuitos
un mundo mejor.
Leyenda y vida se transmiten
en coplas de amor.
La puerta abierta es el mensaje
de su corazon.
La luz que alumbra en los caminos
suele perfumar
de flor y fruto que madura
el sol en el tunal.
Soy santiagueño quemadito
por ese calor
algarrobal y sentimiento
en mi corazón.