Juan Quintero deslumbra como guitarrista, pero también por sus arreglos musicales, la expresividad de voz y hasta por su gracia y soltura frente al público. Su tucumanidad lo delata al pronunciar cada una de esas eses patinadas, casi siempre acompañando un sentido del humor endiablado pero siempre bienintencionado. Luna Monti tampoco queda atrás: seduce y hechiza con su voz y su silencio. Hay un gran trabajo de técnica vocal. Las voces de los enamorados se confunden con las armonías de la guitarra de Juan y llenan de duende la noche.
¡Cuatro años de duro trabajo!Este mes de mayo cumplimos cuatro años al aire. Seguimos trabajando en la difusión de este maravilloso instrumento, ¡gracias por participar en nuestra historia!