Nada predestinaba a Cristina Branco a emprender una carrera como cantante de fados. Después de que su abuelo huyera de la dictadura, se crió en el pueblo de Almeirim, en la zona rural en torno a Ribatejo, al norte de Lisboa, lejos de las tradicionales casas de fado del Bairro Alto de la capital portuguesa. Al igual que los jóvenes de su generación, nacida en la época de la “revolución de los claveles”, rechazó esta forma tradicional de canción a favor del jazz, el blues o la bossa nova.
¡Cuatro años de duro trabajo!Este mes de mayo cumplimos cuatro años al aire. Seguimos trabajando en la difusión de este maravilloso instrumento, ¡gracias por participar en nuestra historia!